2008/01/21

La UCR a partir de 1943, surgimiento de una nueva antitesis, El Peronismo.

En Argentina estaban sucediendo cambios desde el punto de vista económico y social, un cambio rotundo a la vida que llevaban los argentinos hasta el momento. Con una nueva sociedad, los partidos deben ajustar sus plataformas a los reclamos de todos los ciudadanos. Esto fue lo que no pasó con la UCR, dirigida por el ala unionista, alvearista y oligarca. Sólo había un grupo pequeño, con un proyecto de izquierda que tenía mucha influencia en la juventud. Éste grupo, reivindicaba los ideales de Yrigoyen y levantaban nuevamente la bandera de la intransigencia, una bandera que fue muy ensuciada a lo largo de la historia por gente que se hacía llamar radical pero no lo era.

Nuestro país, un país que toda su historia había sido agricultor, en 1943, se encontró con un crecimiento de la industria que se colocó por encima del viejo modelo agropecuario. Mucha gente del campo fue a trabajar en las industrias, y mucha, por lo tanto, se mudo a Buenos Aires. Empezaba a haber muchos trabajadores en busca de trabajo, la clase obrera se expandió y también sus reclamos, ya que con este repentino crecimiento industrial, Argentina carecía de infraestructura y derechos para cubrir las necesidades de esta nueva clase de la sociedad.

Con éste nuevo sistema, éste sistema que comenzaba a industrializarse, la gente empezó a creer en una nueva persona que aparecía en política y que era proveniente del ejército, Juan D. Perón. Éste hombre, había participado en el Golpe del 30, siendo muy joven, y luego sería partícipe del GOU, un grupo fascista y anti comunista que integraría el golpe de Estado que derrocaría a Ramón Castillo, último hombre de la Década Infame. Aunque el golpe excusaba la falta de libertad electoral y criticaba al fraude, intervino las tres provincias donde había elecciones trasparentes, gobernadas por radicales.

Dentro del grupo que gobernaba al país, se destacaba uno con orientación sindical, dirigido por Perón que comenzó a tener gran importancia. Algunos radicales se sumaron a éste nuevo sector político, como por ejemplo, un gran sector del FORJA.

El radicalismo dirigido por la oligarquía no iba a representar a las grandes masas, y el sector de centro-izquierda era muy pequeño y con poca influencia para triunfar. El peronismo crecía cada vez más y contaba con el apoyo de inexpertos sindicalistas.

Una gran manifestación opositora, pidió la renuncia y encarcelamiento de Perón, y cuando esto se logró se dijo: “Perón es un cadáver político”. Sin embargo no lo sería, el presidente del Golpe de Estado, Farrel, llamó a elecciones para el 24 de febrero de 1946.

Mientras tanto, el sector intransigente, buscaba aumentar su poder dentro del partido criticando al sector que lo dominaba, el unionismo, por la forma despectiva en la que se dirigían a los sectores del peronismo.

Los intrnansigentes, mientras tanto, en contra de todo tipo de politica que podía llevar a cabo la Unión Cívica Radical, dirigida entonces por el sector más conservador, se reúnen y redactan la “Declaracion de Avellaneda”. En ella, inauguraban un nuevo plan político con ideología de izquierda, nacionalista e yrigoyenista. De acá surgiría un nuevo partido, llamado “Movimiento de Intransigencia y Renovación (MIR)”. Entre sus fundadores se encontraron personas que luego serían muy importantes para la historia de la UCR, por los cargos que ocuparon o por como influyeron ideológicamente, como por ejemplo, Moisés Lebensohn, Crisólogo Larralde, Illia, Frondizi, Balbín. Paralelo a éste grupo, pero actuando autónomamente, surgió otro sector, dirigido por Sabattini, pero más moderado, llamado “Movimiento de Intransigencia Nacional”. En la Declaracion de Avellaneda figuraban entre otras cosas la reforma agraria, la nacionalización de todos los recursos y monopolios, libre inmigración, legislación protectora para trabajoderes, enseñanza gratuita y laica en todos los ciclos, etc.Ricardo Balbin

Para las elecciones de 1946, el radicalismo, dirigido por los unionistas y en contra de la minoria intransigente, se postularon con el nombre de “Unión Democrática”. Éste sector, que de ninguna manera representaba los ideales que forjaron la UCR, se mostraron a favor de de los empresarios cuando no quisieron pagar el aguinaldo y a favor del Libro Azul, una propuesta de ocupación militar que EEUU quería tener conjunta con Argentina. En las elecciones, triunfó, con el 55%, Perón, frente al 45% de Tamborín, candidato unionista.Presidente Perón

Éste sería un gran golpe a la Unión Democrática, y obviamente tambien a los partidos que la componían, tanto el Socialismo, el Comunismo, los radicales antipersonalistas, los Demócratas progresistas, etc., sufrirían una larga decadencia. En cambio, las tendencia yrigoyenistas, empezarían a tomar el poder del partido.

La UCR, ya dirigida por la fracción intransigente, logra obtener en las elecciones de 1946 44 bancas. A este grupo se lo llamó “el bloque de los 44”. Éste sector, se contrarió con el otro sector radical, que formó un frente conservador y antiperonista. Los unionistas, que dirigían a este grupo llamaron “colaboracionistas” a los integrantes de la fracción yrigoyenista. Esto se debía, a que las 44 bancas radicales, apoyaron y no se mostraron en contra de las medidas sociales del peronismo. Sin embargo, se opusieron rotundamente a la otra cara del Partido Justicialista, la cara antidemocrática. Perón era un reconocido fascista que había estudiado en Italia con Mussolini. La estructura del peronismo, el discurso, y demás variantes del partido y de su accionar, eran muy similares a las de los regimenes totalitarios europeos. Sobre esto, escribe Lebensohn en tramos de su libro “Pensamiento y Acción”. Por eso, los radicales, con Balbín y Frondizi a la cabeza, encabezaron una oposición a las medidas que aumentaban el poder de la policía o que quitaba la libertad de prensa.

A pesar de que los intransigentes habían tomado el control del partido, en 1947 los unionistas restringen los cargos partidarios que tenían los yrigoyenistas. Con todo, la UCR se presenta dividida. Ese mismo año, los más conservadores convocan el Comité Nacional, y los yrigoyenistas intransigentes se reúnen en el Congreso del MIR adoptando como programa político la Declaración de Avellaneda. Acá citamos una declaración política, redactada por Lebensohn, que habla de la crisis del radicalismo:

“El advenimiento de éste régimen fue posible sólo por la crisis del radicalismo, que trajo la crisis de nuestra democracia. Sus direcciones accidentales habíanse apartado de su deber histórico. Soslayaron la lucha contra las expresiones nacionales e internacionales del privilegio y favorecieron de este modo su predominio en la vida argentina. La infiltración de tendencias conservadoras pospuso la defensa combativa de los derechos vitales del hombre del pueblo y de las exigencias del desarrollo nacional, a las conveniencias particulares de un sistema de intereses creados adueñados de los resortes de la producción. Este sistema jamás reflejó el pensamiento del radicalismo. Pudo mantenerse bloqueando la voluntad de los afiliados a quienes excluyó de las resoluciones fundamentales y mediante la invocación de sentimientos de solidaridad, agitados como escudo para proteger su política de hechos consumados, en los trances de reacción provocados por sus defecciones. Así este sistema, desleal al país, sofocó las persistentes demandas de rectificación, alejó a la juventud, creó el clima de la decepción popular, desarmó el espíritu del hombre del común y precipitó la situación actual, prestando la mayor contribución al establecimiento de los discrecionalismos que desde 1930 humillan a la República.

La UCR enfrenta la última etapa de su crisis en esta hora de reconstrucción, que queremos profunda. Plantea un dilema decisivo en la suerte del país: o un partido que podría llevar su nombre, pero en negación del espíritu radical, que es lo que ansían los intereses conservadores, o sea, la permanencia del drama argentino; o un radicalismo fiel a su origen y a su entraña popular, cual lo sienten los argentinos con vocación de justicia. Sólo un radicalismo de este sentido, renovado y reestructurado con nuevas ideas y nuevos procedimientos, que recoja el aliento de la época y la voluntad de elevar el contenido moral de nuestra vida pública, podrá realizar el país del mañana, forjar el progreso nacional y el bienestar social y edificar un régimen de verdadera libertad y de verdadera justicia, que contemple como valores esenciales a la dignidad y al pleno desarrollo de la vida y la felicidad de cada ser humano. “

Ese mismo día, los intransigentes aprueban a su vez el Ideario, también redactado por Lebensohn:

· Reivindicación de las bases federalistas y comunales;

· Reforma política. Sufragio femenino, neutralidad política de la administración y entes autárquicos;

· Democratización de la cultura. Reposición de la Reforma Universitaria (1919) y de la Ley 1420 (1884);

· Democracia económica. Control de la economía en base a un planeamiento fijado por los órganos representativos de la voluntad popular que coloque a la riqueza natural, la producción, el crédito, las industrias, el consumo y el intercambio internacional al servicio del pueblo y no de minorías.

· Nacionalización de los servicios públicos, energía, transporte, combustibles y de aquellas concentraciones capitalistas que constituyen "carteles" o monopolios, resguardando en tal forma al ámbito de la iniciativa privada en su realidad creadora.

· Democratización industrial. Participación de técnicos, empleados y obreros, en la dirección y utilidades. Libertad sindical y derecho de huelga.

· Reforma agraria inmediata y profunda, que coloque a la tierra, que no debe ser una mercancía, al servicio de la sociedad y el trabajo.

· Reforma social que garantice a los habitantes: trabajo rígido y remunerado con dignidad, como deber esencial del Estado; nivel de vida decoroso; vivienda higiénica; protección de la salud como función social, acceso a la cultura. Régimen de la seguridad social que comprenda a toda la población durante el transcurso de la existencia humana: subsidios para la niñez, la educación, las enfermedades, la invalidez, desocupación y nupcialidad; seguro social;

· Reforma financiera que haga incidir la carga impositiva sobre las grandes rentas y sobre la valoración producida por el trabajo colectivo.

· Política tendiente a la cooperación económica mundial, a la unidad económica con los países vecinos y, progresivamente, con el resto de América.

· Sostenimiento de la política internacional de Yrigoyen.Moisés Lebensohn

A pesar de las arduas y continuas divisiones entre unionistas e yrigoyenistas, el radicalismo, que era el gran partido opositor no se disuelve definitivamente. Aunque dentro de su seno reinarían las diferencias.

La oposición de una parte del radicalismo hacia el peronismo se hizo tan critica que con el paso del tiempo surgió el apodo de “gorilas” a estos grupos. Algunos, en cambio, pretendían la democratización del peronismo. Sin embargo, la poca tolerancia con la oposición, y la falta de idearios democráticos por parte del partido oficialista, hicieron que sus seguidores, despojaran de sus bancas a Sanmartino y a Balbín que incluso llegaría a ser apresado en 3 ocasiones.

La dura controversia entre ambos partidos, UCR y PJ, se fue acentuando, llegando a una grave crisis a partir de 1948. Ese año, el Presidente Perón había anunciado que iba a presentar una Reforma en la Constitución. Los radicales unionistas decidieron abstenerse mientras que los intransigentes prefirieron tomar sus propias conclusiones. Los yrigoyenistas fueron acusados de “peronizar” al radicalismo. Finalmente, los yrigoyenistas se mostrarían contrarios a la Reforma, pero siempre mediante el diálogo y medidas democráticas. La nueva Constitución, sería finalmente aceptada y en 1951 Perón triunfaría, superando a la candidatura radical de Balbín – Frondizi.

El gobierno de Perón había sido atacado por diferentes grupos armados. En una ocasión, estallo una bomba en un acto, en el que murieron 6 personas. Dirigentes radicales confesaron diciendo que habían sido ellos. Sin embargo más tarde, Peron daría la orden de que se los liberara, y ya en la libertad, los ex detenidos dijeron que habían confesado bajo tortura y describieron la crueldad de la misma con la que habían sido atacados. Nunca más se volvió a investigar el caso de la bomba, y nunca se supo quienes fueron los culpables.

El 16 de junio de 1955 hubo un golpe de estado fallido en el que se bombardeó la plaza de Mayo. Entre los integrantes del golpe se encontraba un radical unionista. Después de esto Perón llama a una alianza con la oposición que no prospera. Frondizi emite un discurso por la radio nacional pidiendo de que prevalecieran las libertades políticas. Sin embargo ningún intento de mantener la vida democrática existente obtendría sus frutos, y en septiembre, las Fuerzas Armadas hacen el 3cer golpe de estado de la historia Argentina, que sería llamado “La Revolución Libertadora”.

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Union Civica Radical

Radical: Partidario de reformas extremas, especialmente en sentido democrático. / Extremoso, tajante, intransigente.